Los implantes y el tabaco

Los implantes dentales son la alternativa más eficaz y segura para subsanar y, sobre todo, ocultar, la pérdida de un diente. Se trata de una raíz artificial creada en titanio o en zirconio que se inserta en el hueso del maxilar superior o inferior para, posteriormente, incorporar una prótesis dental lo más parecida posible a la pieza perdida.

Los implantes están especialmente pensados para mejorar la calidad de vida de los pacientes, tanto a nivel estético como en lo referente a la salud bucodental en general, aportándonos múltiples ventajas.

Hoy os contamos los efectos que tiene el tabaco sobre uno de los tratamientos dentales más comunes y populares de hoy en día, los implantes dentales.

Los implantes y el tabaco

DEJAR DE FUMAR.

El daño que provoca el humo del tabaco en la salud bucodental va más allá de las conocidas manchas en los dientes y la halitosis. Fumar está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal, es la causa principal de cáncer oral y, además, es uno de los principales agentes que produce el fracaso de los implantes dentales.

Fumar es perjudicial para la osteointegración y la duración de los implantes. Las tasas de éxito en implantología son más bajas cuando se trata de pacientes fumadores.

Antes de comenzar con un tratamiento de implantes se recomienda abandonar el hábito del tabaco.

Efectos del tabaco en la recuperación de la cirugía de implantes:

Fumar cigarrillos puede traer graves dificultades durante el tratamiento con implantes aumentando las probabilidades de fracaso y de infección.

En un tratamiento con implantes dentales el tabaco puede provocar los siguientes efectos negativos:

1.- Regeneración e integración del hueso más lenta: 

  • Nicotina, alquitrán y demás sustancias de las que se compone el tabaco, afectan la tasa de recuperación o regeneración ósea.
  • La regeneración del hueso en implantes dentales es imprescindible para que la de osteointegración tenga éxito.
  • En pacientes no fumadores y con una buena salud oral, generalmente la unión del hueso e implante necesita un período de tiempo de 1 a 3 meses después de la colocación. En pacientes que fuman durante el tratamiento implantológico puede llevar mucho más tiempo.

2.- Fumar debilita el hueso donde se colocan los implantes

Así como fumar aumenta el tiempo del proceso de regeneración ósea, en muchos casos también puede debilitarlo, crear problemas en un tratamiento con implantes dentarios, como la pérdida significativa de hueso después de la colocación del implante.

La calidad o cantidad de hueso formada alrededor de los implantes se puede ver dañada también por todos los agentes nocivos del tabaco, dando como resultado, un fracaso del tratamiento o la integración “parcial” del implante en la que, la mayor parte de las veces se quedan fuera de la encía algunas partes del implante (titanio), reduciendo así la esperanza de futuro y por supuesto, obteniendo una estética inaceptable.

3.- Aumenta el riesgo de infección por bacterias

La disminución de riego sanguíneo que produce el tabaco reduce la capacidad de defensa del organismo ante posibles agresiones microbianas o concentración de bacterias, de tal forma que se facilita la aparición de infecciones.

Una infección bacteriana en las encías puede conducir a la recesión de las mismas causando la enfermedad periodontal.

En otros casos más extremos fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer oral.

4.- El tabaco ralentiza la cicatrización de hueso e implantes

El tabaco perjudica y retarda de manera importante el proceso de cicatrización, facilitando así la aparición de infecciones en las zonas intervenidas.

Los componentes del tabaco contraen los pequeños vasos sanguíneos, provocando un retraso de la cicatrización tanto en la herida como en el interior de la encía. Por tanto, se retrasa la formación de hueso, se aumenta el riesgo de fracaso (no integración de los implantes). El hábito del tabaco reduce las defensas del cuerpo a lo largo de la vida del implante.

Los problemas de cicatrización, el deterioro de la salud bucodental y la aparición de infecciones dificultan el recubrimiento del implante con los tejidos naturales del organismo, es decir, el proceso de osteointegración, es decir, a la unión entre el titanio del implante dental y el hueso donde se ha fijado.

5.- Mal aliento y pigmentación

Fumar causa problemas como la decoloración, manchas en los dientes, caries e infecciones en las encías, aparte de causar halitosis o mal aliento.

¿Si fumo puedo hacerme un tratamiento con implantes dentales?

Existe una larga lista de riesgos y complicaciones del tabaco en un tratamiento de implantología. Sin embargo, es posible realizar un tratamiento con implantes si eres fumador.

Los implantes dentales no están contraindicados en pacientes fumadores, siempre que entiendan que existe mayor riesgo de fracaso o rechazo por el tabaco. Por ello, en la medida de lo posible, recomendamos eliminar o reducir su consumo.

Entonces, ¿qué factores debemos controlar especialmente?

  • Una higiene especial
  • Uno de los riesgos claros para el paciente fumador es el de contraer infecciones en la cavidad oral, como consecuencia de la falta de higiene bucodental.
  • Para realizar cualquier tipo de cirugía, es fundamental que no existan focos infecciosos. En el caso de la boca, eliminar caries e infecciones en encías.
  • Para garantizar un nivel de bacterias bajo, es fundamental: revisar, eliminar caries y/o realizar una higiene profunda de la boca.

La cantidad de cigarrillos a fumar

No debemos fumar NADA, al menos en los 3 días posteriores a cualquier cirugía. El objetivo es formar un cierre primario de la herida, sin obstáculos. En los 3 días se da la parte más crucial del cierre. Si no somos capaces de seguir sin fumar pasado este tiempo, es recomendable imponer filtros extra, disminuyendo la cantidad de tóxicos en la boca.

En algunas cirugías, como las de tipo regenerativas (en las que se necesita “aumentar el hueso”), el tiempo sin fumar se debe alargar bastante más, al menos 15 días.

Muchas otras técnicas son peligrosas para fumadores, el riesgo de infección de los materiales utilizados es altísimo. Los efectos pueden ser muy graves.

Utilizar enjuagues y geles especiales

Estos ayudan a preservar los tejidos lo más limpios posible y promueven la curación. Componentes como la Clorhexidina o el Ácido hialurónico que algunos añaden, ayudan a la desinfección de las heridas. Es ideal utilizarlos también tras fumar, para eliminar tóxicos de la boca.

En Conclusión….

Fumar es nocivo para la salud en general y también lo es para nuestra salud bucodental. Las advertencias que reciben los fumadores normalmente son sobre la posibilidad de padecer algún tipo de cáncer, enfermedades cardiovasculares o respiratorias; pero lo cierto es que fumar causa daños en muchas partes del organismo y la salud de nuestra boca no se escapa a esto.

Si te has decidido a colocarte implantes dentales debes tener en cuenta que deberás extremar tu higiene bucodental, tanto durante el tratamiento como después. Si eres fumador y no estás dispuesto a dejarlo debes intentar reducir al máximo posible la cantidad de cigarrillos que fumas al día; esto puede ocasionar problemas serios para los implantes dentales e incluso llegar a hacer fracasar el tratamiento.

Recordamos que no está prohibido fumar antes o después de hacerse un implante, sin embargo, nuestros pacientes fumadores deben tener en cuenta que es muy recomendable abandonar este hábito y que el resultado no es igual en pacientes fumadores y no fumadores. En pacientes que no fuman el implante puede llegar a durar toda la vida, mientras que en pacientes fumadores este tiempo se verá reducido.

Gracias a los implantes, los pacientes consiguen recuperar la estética y la funcionalidad de la boca y de la sonrisa. La intervención es indolora gracias a la anestesia local que se suministra durante la cirugía y, si a lo largo del postoperatorio nuestros pacientes presentan molestias, también podemos recetarles distintos analgésicos. Los implantes dentales actuales destacan por la naturalidad, ya que las prótesis que se colocan son lo más parecidas posibles en forma, color y tamaño al diente original.


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